TIEMPOS DE CANÍCULA
Se puede decir que vivimos tiempos de canícula en Bolivia y el mundo por todo lo que viene aconteciendo en el complejo accionar del hombre, particularmente en la política, y no sólo en lo referente al clima por las extremas temperaturas que ocasionan serios problemas al ser humano. A propósito, debo apuntar que la canícula se trata de un evento climático que sucede durante el verano y se caracteriza por ser una sequía, es decir una disminución o ausencia de lluvia, y por supuesto es el período en que se registra el calor más fuerte y sofocante.
Claro que no se trata de hablar de este fenómeno del clima, sino de hacer notar que al parecer la “canícula” se apoderó de las dirigencias humanas, puesto que están incurriendo en una serie de acciones desatinadas, se cree, porque tienen la “cabeza muy caliente”. Como un ejemplo, la última advertencia del supremo y autocrático líder coreano del norte en sentido de que están probando un arma que puede destruir todo el planeta. Lo relativo a supuestas sociedades secretas que estarían buscando reducir la población mundial con base en mortíferos virus, también es otra muestra de las insanias humanas, mientras en varios sitios del mundo ya no se sabe qué hacer con las aguas residuales que tienen impactos ambientales preocupantes, o las drogas sintéticas que causan zozobra en las sociedades, como el “fentanilo”, conocido como la “droga zombi” que ya ocasionó más de 100 mil muertes en Filadelfia, USA, superando así a todas en la mortandad que produce, mientras se afirma que la lucha mundial contra el narcotráfico habría fracasado.
Aunque no todo es negativo, por cuanto se llegó a establecer que la longevidad del ser humano aumenta prácticamente en todos los países del orbe, y que las brechas entre hombres y mujeres se reducen. No obstante, de igual forma debe tenerse en cuenta que el virus chino ocasionó más de 7 millones de muertes, hasta fines del año 2023, en el planeta y hasta hoy no se tiene claro cómo es que surgió, ante lo cual ha cundido la incredulidad en la gente.
Entonces, digamos que la mente de las élites dominantes está afiebrada, vale decir que les llegó una “canícula” permanente, por lo que exclusivamente están pendientes de tramar una y mil jugarretas para mantenerse en el poder político, así sea vulnerando los principios de la democracia. Los ejemplos están a vista y paciencia de las colectividades, como escarnio de las poblaciones de dichas naciones. Por ello se puede concluir señalando que son “tiempos de canícula”, pero a la vez hay que tener en cuenta que, en la bulliciosa conjugación de la vida, aun con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso, sé cauto, esfuérzate por ser feliz, como se señala en “Desiderata”.
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