SIN PLATA NO HAY PARAISO
Una serie colombiana, producida por Caracol Televisión en el año 2006, tiene el título “Sin tetas no hay paraíso”, basada fielmente en un libro homónimo escrito por Gustavo Bolívar, guionista de ese país, dicen; mientras que la producción televisiva fue dirigida por Luis Alberto Restrepo. La serie televisiva batiendo todos los récords de audiencia en Colombia, porque además se trataba, explicaron, del género “narcoserie”. En nuestro país fue difundida en alguna red local, hace algún tiempo.
Demás está decir que la misma, destinada a mayores de 18 años, en la nación caribeña, fue difundida del 16 de agosto al 13 de octubre de 2006. No tuvo competidores en el horario de su emisión, de acuerdo con reportes de los propios medios de comunicación colombianos. De veras que hay de todo en esta Viña del Señor, y bien se puede decir que en nuestro medio mucha gente se tomó a pecho dicha producción televisiva, por lo que en varios estamentos sociales “hacen honor” a dicha serie, usando diariamente, de manera profusa, vestidos de fiesta” que dejan exhibir los atributos físicos femeninos, exageradamente, algo que, por ejemplo, no toleran en muchos países árabes o musulmanes.
Más allá de esas observaciones por parte de mucha gente, a la vez se puede subrayar: “sin fondos no hay paraíso”, pues “don dinero”, poderoso caballero, se deja sentir y quizá hasta por ello se entona la frase “tanto tienes, tanto vales, si nada tienes, nada vales”.
En este tiempo en el que, al parecer, se impone la actitud frívola y metalizada, y se deja de lado la generosidad y toda capacidad de colaborar, cuando bien se lo puede hacer, digamos que la vida se hace cuesta arriba para quienes tienen menos, y que en suma son las denominadas mayorías. De ahí que “sin platita”, como denominan populosamente al dinero, menos podrá haber paraíso para los necesitados. Es algo de nunca acabar, por cuanto lo relativo a pan, techo y trabajo para todos, pareciera una simple cantaleta a la que someten los distintos gobiernos, desde siempre, al pueblo boliviano. Ojalá cambie semejante situación de inequidad e injusticia social, algún día.
Sin embargo, da la impresión que gran parte de la gente ya estaría habituada a vivir en esa situación de desventaja social, al dejarse llevar por el maremágnum mundano, pero, dice que “vive feliz” al tomar parte en las actividades de lo que se conoce como “falsa sociedad” y por un gozo efímero deja de lado problemas diarios: carencia de empleo, inseguridad, alza de precios de los artículos de la canasta familiar, pésimo servicio del transporte público, entre otros. Entonces, al volver a la realidad, podrá exclamar: cierto es que “sin tetas, dinero, bebida, comida, no hay paraíso”. Ciertamente, se trata de una vivencia muy humana.